Ahora, toca el debate y las opiniones diversas. Hay quienes les parece que la dotación económica es suficiente —a la Comisión Europea— y a otros —a los agricultores— el mismo dinero para repartir entre “más bocas” —hay 27 países en vez de 15—, por lo que consideran que hace falta más dinero. Sin embargo, la propuesta presupuestaria de la Comisión Europea resuelve la principal incertidumbre con la que han vivido miles de agricultores jiennenses durante años. La Unión Europea garantiza las ayudas para el campo hasta 2020. Al menos, es la propuesta que envía la Comisión Europea a los países miembros para que lo debatan y decidan la manera de repartirlo. La voluntad de la Unión Europea es mantener su apoyo al campo con dinero público, aunque parece que llegará menos dinero a las regiones. Se debe a que se mantienen los euros asignados para 2011, lo que supondrá bajadas en los años sucesivos y, además, existen más países que tendrán derecho a recibir dinero para mantener la renta de sus agricultores.
La Comisión Europea propone que las arcas comunitarias dediquen a la agricultura 386.900 millones de euros durante el periodo 2014-2020, lo que supone una reducción del 7,4% respecto a los recursos que la Unión Europea concedió a la Política Agraria Común (PAC) en el periodo anterior. De hecho, entre 2007 y 2013, tuvo 417.000 millones.

La resolución supone destinar a la agricultura el 36,2% del presupuesto de la Unión —tres puntos menos que en el periodo actual—. El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, ha defendido la necesidad de contar con un presupuesto “fuerte” acorde a nuevos retos como la volatilidad de los precios, la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente. Ahora, dice que se trata de una “buena” propuesta porque “mantiene” el gasto agrícola y permitirá encarar una reforma “sustancial” de la PAC cuando empiecen las negociaciones el próximo otoño, según recoge Europa Press.
En concreto, Bruselas apuesta por destinar 281.800 millones de euros para las ayudas agrícolas. La mayoría irá a Pago Único. Además, quiere financiar con otros 89.900 millones las políticas de desarrollo rural, con lo que las arcas comunitarias reservarán 371.700 millones de euros para la agricultura. Asimismo, existirá una financiación adicional de 15.200 millones de euros, a través de programas que han sido reubicados en otras políticas comunitarias, como el Fondo Social o mecanismos de respuesta urgente a crisis. Por ello, el Ejecutivo comunitario logra aumentar el gasto agrícola hasta los 386.900 millones
Reacciones. La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, valora el “esfuerzo” que ha realizado la Comisión Europea (CE) para incrementar un cinco por ciento el presupuesto total de la Unión Europea y para “congelar” el asignado a la Política Agraria Común (PAC). “No está nada mal para empezar a debatir”, indica. Asimismo, añade: “Nos gustaría que hubiese más apuesta económica, pero hemos visto una posición buena del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea”.
Además, la consejera resalta la creación de la fórmula que hacen referencia a las regiones en transición, que son para los países que cambian y dejan de ser de convergencia y se convierten en competitividad. “Es un tema que hemos defendido y que ha propuesto Andalucía porque sería injusto que el proceso se produjera de manera inmediata y automática”, dice.

Cooperativas Agroalimentarias lamentan que la Política Agraria Común (PAC) pague “casi en exclusiva los recortes” en los presupuestos. “La PAC, la única política que merece el calificativo de comunitaria, mantiene el mismo presupuesto que tenía para 15 países, pero ahora hay 27”, aclara. Por otro lado, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Andalucía considera que el sector agrario no tendrá garantías de futuro con la “congelación” del presupuesto. “Si esta propuesta se da, supondría el abandono de la agricultura europea en favor de países como Brasil o Estados Unidos, dice el secretario general, Agustín Rodríguez. Por otro lado, COAG califica el presupuesto comunitario como un “tijeretazo” en los fondos que pone en peligro la seguridad y soberanía alimentaria de la Unión Europea. Por ello, pide a los jefes de Estado que hagan una revisión al alza.